domingo, 29 de noviembre de 2009

UNA CASA PARA MAMÁ




Robert Venturi (http://www.vsba.com/, premio Pritzker 1991), tras estudiar arquitectura en Princeton pasó 3 años en la Academia Americana de Roma, lo que influiría notablemente en su obra posterior. A su regreso a los EE.UU. trabajó hasta 1958 en el estudio de los arquitectos Eero Saarinen y Louis Kahn.

En 1962, mientras escribía el libro Complejidad y contradicción en la arquitectura (1964), comenzó a trabajar en el proyecto de una casa para su madre, Vanna Venturi, en un terreno situado en Chestnut Hill (Filadelfia, Pensilvania, EE.UU.), junto a una casa proyectada por su mentor y antiguo jefe (Casa Esherick, Louis Kahn, 1961).

La mundialmente conocida como Vanna Venturi House hubiera sido su primer edificio de no haber tardado tanto en proyectarlo y aunque entremedias diseñó la sede social de una asociación de enfermeras, la casa de su madre y la redacción de su libro le absorbía la mayor parte de su tiempo. La carga intelectual que ambos contienen, exigió a Venturi proyectar seis versiones distintas y completas de la casa. Mientras tanto la autora del encargo, confió en el arquitecto e hizo lo que la mayoría de las madres: no agobiar al hijo con los plazos.

La casa es, al igual que su libro, compleja y contradictoria, pequeña pero de apariencia mayor, coherente e incoherente, equilibrada y asimétrica. Una vez finalizada la Vanna Venturi House se convirtió en el manifiesto de una nueva arquitectura, la arquitectura postmoderna y en el primer edificio construido bajo las reglas de un nuevo estilo.

“Prefiero “esto y lo otro” a “o esto o lo otro”, el blanco y el negro, y algunas veces el gris, al negro o al blanco. Una arquitectura válida evoca muchos niveles de significados y se centra en muchos puntos: su espacio y sus elementos se leen y funcionan de varias maneras a la vez”.

Robert Venturi encontró su camino a los 39 años porque, entre otras cosas, pasó la mitad de su vida buscándolo.

“Pero una arquitectura de la complejidad y la contradicción tiene que servir especialmente al conjunto; su verdad debe estar en su totalidad o en sus implicaciones. Debe incorporar la unidad difícil de la inclusión en vez de la unidad fácil de la exclusión. Mas o menos”.


Y a mí que me parece que esto no solo habla de arquitectura.


Luis Cercós (LC-Architects)
http://www.lc-architects.com/


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